El Pauto

Este personajillo de hoy es muy particular. Sí, cuando llueve se moja como los demás, pero no me refería a eso.

Es el Pauto, un espíritu o duende doméstico que se encarga de proteger o apartar cualquier obstáculo para que sus protegidos alcancen sus propósitos. Son invisibles, aunque pueden adoptar diversas apariencias, en particular de animales y rara vez de humano.

Se dice que es un mito de origen cristiano en lugar de pagano, como el resto de seres que han ido apareciendo por aquí. Es un concepto muy arraigado en la cultura popular, diciéndose de alguien que tiene pauto cuando se ve favorecido por la suerte de manera habitual y, tal vez, poco natural. Como si tuviera “un pauto con el demonio”.

El Pauto siempre es personificado en personajes diminutos. Tal es el caso del llamado “mamur”, que en Andalucía adopta la forma de un escarabajo negro al que llaman “carmeño”. En Cataluña se le conoce como el maneiro. En Cantabria, como el mengue, y se le representa de forma muy similar al trasgu. En Asturias se habla también de los diabrecos de Boal. Estos personajes favorecen a sus dueños y enemistan a las gentes al propagar chismes y cotilleos.

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